Durante años, los estadounidenses se han sentido presionados por el aumento de los costos (vivienda, cuidado infantil, comestibles, atención médica) sin soluciones fáciles a la vista. Las respuestas políticas han sido predecibles: culpar a las corporaciones, sugerir controles de precios y promesas en año electoral. Pero estas tácticas pasan por alto el tema central: cómo hacer que la vida sea realmente más fácil para que las personas construyan, trabajen y prosperen en los EE. UU.
Históricamente, la respuesta era simple: crecimiento. Una economía más grande y productiva, energía más barata, nuevas tecnologías y una participación más amplia. El crecimiento no fue una panacea, pero hizo manejables todos los demás problemas.
Sin embargo, a partir de la década de 1970, este consenso se fracturó. El crecimiento económico se desaceleró, la desigualdad aumentó y las preocupaciones sobre el medio ambiente aumentaron. Se afianzó una mentalidad anticrecimiento que cuestionó la búsqueda incesante de “más”. Si bien estas preocupaciones eran válidas (el impacto ambiental de los combustibles fósiles, las exclusiones pasadas de los auges económicos, el vacío del consumismo), el péndulo osciló demasiado.
Sin darse cuenta, Estados Unidos creó un sistema de bajo crecimiento y alta fricción en el que incluso los problemas básicos se vuelven más difíciles de resolver. Por eso es necesario reconsiderar el crecimiento sostenible. En lugar de pelear por un pastel fijo, necesitamos expandirlo. No crecimiento a cualquier costo, sino crecimiento inteligente.
¿Cómo es el crecimiento inteligente?
Este proyecto, “El caso del crecimiento”, explorará cómo desbloquear el potencial en áreas clave:
- Ciudades: Cómo superar las políticas que excluyen a las familias y hacer que la vivienda sea más accesible.
- Energía: El potencial de la abundancia de energía limpia, desde la agricultura vertical hasta las soluciones climáticas avanzadas.
- Productividad: Cómo la inteligencia artificial puede romper la prolongada caída de la productividad.
- Sostenibilidad: Cómo abordar prácticas insostenibles como la dependencia del automóvil y el consumo excesivo de carne.
Los expertos demostrarán que el crecimiento puede coexistir con políticas para prevenir el cambio climático.
Por qué el crecimiento es esencial
En una era de políticas de suma cero, donde la ganancia de una persona a menudo significa la pérdida de otra, necesitamos revivir la idea del progreso de suma positiva. El crecimiento no solucionará todo, pero sin él, las soluciones a gran escala se vuelven imposibles. Este proyecto tiene como objetivo replantear el crecimiento como una estrategia seria para la asequibilidad, la sostenibilidad y la abundancia.
Sin expansión económica, nuestros problemas más apremiantes –desde las crisis inmobiliarias hasta el cambio climático– sólo serán más difíciles de resolver.
Esta serie cuenta con el apoyo de una subvención de Arnold Ventures y Vox mantiene total independencia editorial.
