Un nuevo estudio revela que un descanso de una semana de las plataformas de redes sociales como Facebook, Instagram, TikTok y X puede reducir considerablemente los síntomas de depresión, ansiedad e insomnio en adultos jóvenes. La investigación, publicada en JAMA Network Open, sugiere que incluso períodos cortos de desconexión pueden tener un impacto positivo en el bienestar mental.
Diseño del estudio y hallazgos clave
Investigadores de la Universidad Abierta de Cataluña reclutaron a 373 participantes de entre 18 y 24 años. Los participantes primero rastrearon su uso de las redes sociales durante dos semanas, luego aproximadamente el 80% optó voluntariamente por una desintoxicación de siete días. Los datos autoinformados recopilados antes, durante y después del receso mostraron mejoras notables:
- 25 % de los participantes informaron tasas más bajas de depresión.
- 16% experimentó una reducción de los síntomas de ansiedad.
- 15% vio mejoras en su insomnio.
Los efectos fueron más fuertes entre aquellos que ya luchaban con niveles moderados a altos de depresión, ansiedad o problemas para dormir. Sin embargo, el estudio no encontró que la desintoxicación aliviara los sentimientos de soledad. Los investigadores creen que esto se debe a que la abrupta ausencia de interacción social (comentarios, me gusta y participación general) dejó a los participantes sintiéndose desconectados en lugar de aliviados.
El panorama general: el impacto de las redes sociales en el bienestar
El estudio refuerza las crecientes preocupaciones sobre los efectos negativos del uso excesivo de las redes sociales. El investigador principal, Josep Maria Suelves, explica que si bien estas plataformas pueden facilitar la conexión humana, “el uso frecuente y prolongado puede interferir con comportamientos saludables” como el ejercicio y el sueño. La exposición constante a contenido seleccionado y a influencias sociales negativas también puede contribuir a estilos de vida sedentarios, aislamiento social e incluso trastornos mentales.
Curiosamente, los participantes no eliminaron por completo el tiempo frente a la pantalla durante la desintoxicación. El uso diario promedio del teléfono cayó de casi dos horas a solo 30 minutos, lo que sugiere que el problema no es necesariamente el uso del dispositivo, sino el tipo específico de interacción. Las reglas de desintoxicación que se infringen con mayor frecuencia involucraron a Instagram y Snapchat, mientras que Facebook, X y TikTok fueron menos extrañados.
Limitaciones e investigaciones futuras
Los hallazgos del estudio no están exentos de salvedades. Los investigadores reconocen que la naturaleza voluntaria de la desintoxicación introdujo sesgos. Los participantes que optaron por participar pueden haber estado más motivados para ver un resultado positivo que aquellos que optaron por no participar. La población del estudio también se inclinó hacia mujeres con alto nivel educativo y en edad universitaria, lo que significa que los resultados podrían no ser generalizables a otros grupos demográficos.
El profesor de Psicología José Perales de la Universidad de Granada señala que este estudio puede caer en la “larga lista de estudios no concluyentes y fácilmente sobreinterpretados” sobre el impacto de las redes sociales. Sugiere que investigaciones futuras deberían medir el efecto de la reducción de las redes sociales en otros comportamientos como los estilos de vida sedentarios o los patrones de sueño.
Los investigadores enfatizan que se necesita más investigación para determinar la duración óptima de la desintoxicación de las redes sociales y cómo afectan a poblaciones más amplias.
A pesar de las limitaciones, el estudio subraya un punto simple: incluso un breve descanso de las redes sociales puede proporcionar beneficios tangibles para la salud mental de algunos adultos jóvenes.






































