El mercado de créditos de carbono está experimentando una ola de consolidación a medida que las empresas enfrentan la incertidumbre en torno a la compensación voluntaria de emisiones. Esta semana, Carbon Direct, una firma especializada en servicios de asesoría y contabilidad de carbono, anunció la adquisición de Pachama, otro actor en el espacio de los créditos voluntarios de carbono.
Este acuerdo llega en un momento de importantes turbulencias para la naciente industria. La propia Pachama sufrió despidos a principios de este año, despidiendo a aproximadamente 20 empleados a medida que las condiciones del mercado se suavizaron. Anteriormente, la compañía había atraído inversiones sustanciales de actores destacados como Amazon’s Climate Pledge, Breakthrough Energy Ventures, Lowercarbon Capital e inversores individuales de alto perfil, como Ellen DeGeneres y Serena Williams.
Diego Sáez Gil, director ejecutivo de Pachama, atribuyó los despidos a una confluencia de factores que afectan los presupuestos de sostenibilidad corporativa: “el clima financiero, económico y geopolítico incierto y volátil, sumado a la agenda anti-ESG en los EE. UU.”, creando una presión particularmente aguda sobre el mercado voluntario de carbono.
La adquisición, aunque sus términos no se han revelado, consolida dos actores distintos dentro del ecosistema de créditos de carbono. Pachama se centró principalmente en créditos de carbono basados en la naturaleza, generalmente generados a través de proyectos de restauración o preservación de bosques. Carbon Direct, sin embargo, adopta un enfoque más amplio y ofrece servicios para ayudar a las empresas a medir e informar sus huellas de carbono, examinar los créditos de carbono con fines de compensación y brindar servicios de asesoramiento.
Pachama había recaudado 88 millones de dólares en financiación, mientras que Carbon Direct obtuvo 60,8 millones de dólares según datos de PitchBook.
La tendencia de consolidación dentro del mercado de créditos de carbono refleja desafíos más amplios que enfrenta la industria. Más allá de los obstáculos políticos contra las iniciativas ESG, existe un escrutinio cada vez mayor sobre la eficacia y la integridad de los mecanismos de compensación de carbono. Una investigación reciente de The Guardian reveló que una parte importante de los créditos emitidos por un verificador destacado no lograron de manera demostrable dar como resultado reducciones reales de carbono.
Una preocupación clave con los créditos de carbono basados en la naturaleza gira en torno a verificar si los bosques protegidos estaban realmente en riesgo de deforestación sin la compra de compensaciones. Esta cuestión de la “adicionalidad” sigue siendo un punto de discordia dentro de la industria, lo que plantea interrogantes sobre el verdadero impacto de tales proyectos.
A pesar de estos desafíos y el creciente escepticismo, numerosas grandes corporaciones siguen comprometidas con alcanzar objetivos de emisiones netas cero. La lista de clientes de Carbon Direct refleja este interés continuo: incluye actores importantes como Microsoft, Shopify, American Express, JP Morgan, Alaska Airlines y BlackRock.
La adquisición de Pachama por parte de Carbon Direct señala un posible cambio hacia una mayor consolidación dentro del mercado de créditos de carbono a medida que las empresas buscan racionalizar sus operaciones y sortear incertidumbres en medio de llamados a una mayor transparencia y métodos de verificación sólidos.






































